Una muy buena historia para terminar el año! :)

Hola; he encontrado esta historia en el blog de una amiga.. Espero que la difruten tanto como yo.. Dios los bendiga a todos.



Manuelito, un niño de ojos hermosos, saltones y juguetones estaba esperando, impacientemente a su padre en la mesa del comedor, las horas pasaban y Manuel, al ser un niño de apenas 9 años no podía ocultar el cansancio, ya eran pasadas las nueves y el sueño le estaba traicionando. Su madre una mujer compasiva y dulce le pide, con voz suave:

“Manuelito vete a dormir mi amor, papa va a tardar un poco más”
¿Qué tanto?, pregunta Manuel,
No se mi vida, no sé, responde la mama.

25 minutos después de aquella pequeña charla, llega el padre, Manuel, El Presidente de una afamada Publicitaria que, gracias a años de esfuerzos era una de las más importantes del país.

Papa, papa!!!!, grita Manuelito, estaba esperando por ti, necesito preguntarte algo muy importante.
Dime hijo mío, pero que sea rápido, estoy muy cansado…………
Papa, ¿Cuánto ganas por hora?
¿Eh?
¿Que Cuanto ganas por hora?
A ti eso no te importa, ni siquiera tu madre sabe eso.
Pero papa, eso es importante para mí, por favor!

Ok, ..... gano 500 dólares la hora. Ahora necesito que te vayas, vete a dormir
Gracias papa, hasta mañana.

Luego de unos 15 minutos, el padre se pregunta: ¿Para que querría Manuelito saber algo como eso? Va a la habitación y le pregunta a su esposa el porqué de aquella pregunta, ella, tan sorprendida como Manuel, le pide que hable con su hijo al respecto.

Manuelito ¿estás dormido? pregunta el padre en voz baja,
Casi papa, dime…responde Manuelito
Quiero saber para qué quieres saber cuánto gano, eso no se pregunta mi hijo.
Papa, es que estoy ahorrando y no sabía cuánto dinero tenía que juntar.
Pero, no entiendo para que necesitas dinero ¿de qué hablas hijo?
Es que necesitaba saber cuánto costaba una hora contigo, es que te voy a contratar para que este año no nos perdamos el día de los padres y los hijos en el colegio, se que estas muy ocupado y quería contratarte, así no pierdes dinero y yo puedo presentarte a mis amigos.
El padre rompió en llantos, llamo a su esposa, contándole lo que el niño le había pedido, prometió que dedicaría más tiempo a su familia y que las cosas serian más equilibrada de ahora en adelante.

Pensemos:
¿Cuánto de nuestro tiempo estamos dedicando a las cosas que realmente importan en la vida?

0 comentarios:

Publicar un comentario